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Ya hemos hablado antes de lo malo que es fumar para la salud y de las mejores formas de ponerse en forma, pero esta vez queríamos centrarnos más en por qué fumar impide ponerse en forma.
El ejercicio aeróbico es el término con el que se conoce comúnmente el ejercicio "cardiovascular". Esto puede ser un poco engañoso, pero ambos nombres para este tipo de ejercicio indican lo que nuestro cuerpo está haciendo cuando aceleramos el corazón.
La parte "cardiovascular" nos indica que nuestro corazón y nuestro sistema circulatorio están en funcionamiento, y "aeróbico" significa "con oxígeno". Por lo tanto, para hacer ejercicio con seguridad, nuestro estilo de vida debe cuidar de nuestros pulmones -para obtener oxígeno- y de nuestro sistema circulatorio -para llevar oxígeno a los músculos-.
Sin embargo, fumar tabaco reduce nuestra capacidad de utilizar estos sistemas al máximo de varias maneras. En este artículo nos centraremos en cómo el tabaco afecta al cuerpo durante el ejercicio y hace que todo el esfuerzo que realizas tenga menos sentido.
Monóxido de carbono en los cigarrillos
Cuando fumas, inhalas monóxido de carbono en los pulmones, y desde ahí los más de 4000 productos químicos de los cigarrillos y el monóxido de carbono llegan a nuestro torrente sanguíneo, en comparación con el e-liquid que contiene propilenglicol, glicerina vegetal, aromas y nicotina. El monóxido de carbono se adhiere a las células sanguíneas, ocupando el espacio destinado al oxígeno: ¡muy malas noticias para el sistema cardiovascular!
Si su objetivo es rendir al máximo, el menor aporte de oxígeno a los músculos le impedirá alcanzar todo el potencial de su cuerpo.
Al fin y al cabo, todas las células de nuestro cuerpo necesitan oxígeno para obtener energía y para regenerarse y curarse. Si las células no reciben suficiente oxígeno, no podrán trabajar todo lo que podrían.
El alquitrán del humo de los cigarrillos en los pulmones
Todos sabemos que el alquitrán también es una de las sustancias que inhalamos con el humo de los cigarrillos, y que se adhiere a nuestros pulmones, reduciendo la superficie para que el oxígeno del aire entre en nuestra sangre. Esto tiene un efecto similar al del monóxido de carbono: reduce la cantidad de oxígeno que puede transportar nuestra sangre.
Sin embargo, a diferencia del monóxido de carbono, que bloquea el oxígeno durante poco tiempo, el alquitrán es más duradero. El alquitrán se adhiere a los pulmones durante meses y bloquea la entrada de oxígeno.
Además del alquitrán, el humo de los cigarrillos contiene más de 4.000 sustancias químicas y más de 50 carcinógenos, lo que demuestra que fumar suele provocar cáncer de pulmón. Con unos pulmones en mal estado, el ejercicio no sólo es más difícil, sino también más peligroso.
Un sistema cardiovascular bajo presión
Fumar hace que el corazón y el sistema circulatorio trabajen más porque se reduce la capacidad de transporte de oxígeno. Las demás sustancias químicas que contienen los cigarrillos también contribuyen a ello, ya que dañan los vasos sanguíneos y sobrecargan aún más el corazón.
Todo ello provoca un aumento de la tensión arterial (o hipertensión) y una mayor frecuencia cardiaca en reposo. El estrechamiento de los vasos sanguíneos y la mayor densidad de la sangre dificultan el aporte de oxígeno suficiente al organismo, además de aumentar el riesgo de ictus o aneurisma cerebral.
Cuando se hace ejercicio, la situación empeora al exigir al organismo que trabaje más: la presión arterial y la frecuencia cardiaca aumentan hasta niveles potencialmente peligrosos, lo que incrementa el riesgo de infarto.
Todos conocemos el dicho de que "quien no sufre, no gana", y en realidad se trata de esforzarse al máximo. Alcanzar los objetivos puede ser un proceso mucho más lento si no es seguro esforzarse al máximo.
La solución es dejar de fumar
¿Significa esto que no hay esperanza para los fumadores? Si fuma, ¿debe hacer ejercicio? Aunque sería sensato que cualquier fumador tuviera cuidado si acaba de empezar su camino hacia un cuerpo más sano, hay varias cosas a tener en cuenta.
El ejercicio es una forma estupenda de ayudarle a dejar de fumar: ayuda a su cuerpo a lidiar con el estrés y los antojos, así que asegúrese de incluir ejercicios ligeros en su rutina diaria. No se esfuerce demasiado, dé a su corazón y a sus pulmones la oportunidad de acostumbrarse al ejercicio extenuante.
Cómo pueden ayudar los cigarrillos electrónicos
Los cigarrillos electrónicos son un 95% menos nocivos que los cigarrillos, según Public Health England, la agencia gubernamental de salud del Reino Unido.
Los 4 ingredientes que se encuentran en los líquidos para cigarrillos electrónicos fabricados por SMOKO en el Reino Unido son propilenglicol, glicerina vegetal, aroma y la propia nicotina. Esto significa que no hay carcinógenos, alquitrán ni humo. El cambio de los cigarrillos a los cigarrillos electrónicos elimina los efectos más nocivos de fumar tabaco.
Además, los cigarrillos electrónicos son casi el doble de eficaces que las herramientas para dejar de fumar, como los parches o los chicles, por lo que hacer el cambio podría llevarte a dejar de fumar por completo. Tu cuerpo te lo agradecerá.
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