La pandemia de coronavirus ha afectado drásticamente al mundo en el que vivimos y, según todos los informes, será un problema con el que tendremos que aprender a vivir en un futuro próximo. Mientras tanto, todos debemos asumir alguna responsabilidad personal para que el mundo siga girando. Los cierres patronales interminables destruirán las economías indiscriminadamente, por lo que no es una opción viable de cara al futuro.
Asumir la responsabilidad personal de nuestra salud es la única opción real que nos queda, así que ¿cómo podemos mejorar nuestro sistema inmunitario para protegernos al máximo contra Covid-19? ¿Qué podemos hacer para combatir los síntomas persistentes, conocidos como covid prolongado?
¿CÓMO FUNCIONA UN SISTEMA INMUNITARIO FUERTE COMO DEFENSA CONTRA EL COVID-19?
Nuestro sistema inmunitario es como el ejército defensor de una nación: ¡tu nación! Cuando una bacteria o virus nocivos se abren paso en nuestro organismo, nuestros glóbulos blancos se enfrentan a la amenaza, provocando una inflamación en el lugar donde tiene lugar la batalla.
Algunas de nuestras células inmunitarias se ponen entonces la "coraza" de los invasores muertos y recorren todas nuestras bases de operaciones tratando de encontrar la mejor arma para perforar esa coraza en particular: es entonces cuando se inflaman los ganglios. Cuando se encuentra el "arma" adecuada, se produce en masa y se distribuye a los glóbulos blancos, que la utilizan para destruir a los invasores de forma rápida y eficaz. Después, el arma se almacena en las células de memoria, ¡por si los invasores vuelven alguna vez!
No es una analogía perfecta, ni mucho menos, pero así es, en esencia, nuestra respuesta inmunitaria cuando se comporta como debe. El mantenimiento del sistema inmunitario mantiene esa funcionalidad, derrotando rápidamente las infecciones bacterianas o víricas e impidiendo la propagación del patógeno en el organismo. Esto reduce el impacto de los síntomas y la velocidad de recuperación.
¿CUÁLES SON LAS FORMAS SENCILLAS DE FORTALECER EL SISTEMA INMUNITARIO?
El sistema inmunitario es muy complejo, por lo que hay muchas cosas que pueden afectar a su función. Todo influye, desde la dieta y la salud intestinal hasta la calidad del sueño. Vamos a desglosarlo:
¿CÓMO MANTENER UNA DIETA ADECUADA PARA FORTALECER EL SISTEMA INMUNITARIO?
Con los alimentos obtenemos todos los componentes básicos que necesita nuestro cuerpo, así que si no llevamos una dieta variada y equilibrada, que incluya frutas y verduras, puede que no le estemos dando a nuestro sistema inmunitario todo lo que necesita para funcionar correctamente (si le quitamos una rueda a nuestro coche, seguro que estamos de acuerdo en que la funcionalidad del vehículo se ve afectada).
Por lo tanto, para una buena salud inmunitaria debemos consumir vitaminas A, C y E, y obtener muchos antioxidantes en nuestra dieta. El zinc también es un mineral importante para reforzar la inmunidad (1), ya que regula los genes de los glóbulos blancos conocidos como linfocitos y contribuye a nuestra primera defensa contra los patógenos: ¡la piel!
La vitamina C se encuentra en los cítricos, los pimientos rojos, las espinacas, los kiwis y las papayas, entre muchos otros. La vitamina A también se encuentra en las espinacas, y la vitamina E en las almendras y las pipas de girasol, pero si quieres obtener todas esas vitaminas en un solo alimento, ¡no busques más que el brócoli! El brécol y otras verduras crucíferas contienen un antioxidante llamado glutatión, un compuesto que ayuda a regular la inmunidad y puede disminuir los síntomas de las enfermedades autoinmunes.
El marisco es una buena forma de ingerir zinc en la dieta: el cangrejo, la langosta y los mejillones contienen altos niveles de zinc. Ten en cuenta que una dosis demasiado alta de zinc puede dificultar la función inmunitaria, así que no te excedas.
Los amantes del té se alegrarán de saber que tanto el té verde como el negro contienen gran cantidad de un tipo de antioxidantes llamados flavonoides. El té verde (2) también es una gran fuente de otro potente antioxidante conocido como EGCG y de L-teanina, un aminoácido que, según los estudios, podría reforzar el sistema inmunitario.
Otros nutrientes importantes para una buena función inmunitaria son la vitamina B-6, que contribuye a la producción de glóbulos rojos (ya que éstos funcionan como sistema de suministro de combustible del organismo, unos glóbulos rojos sanos significan un buen transporte por todo el cuerpo), y la vitamina B-6 puede encontrarse en carnes blancas como el pollo y el pavo, así como en la soja, los cacahuetes, los plátanos y las pipas de girasol, por nombrar algunas fuentes.
La vitamina D también es importante para una buena salud inmunitaria. Se sabe que la vitamina D favorece los procesos antiinflamatorios a través de su efecto sobre las células T (un tipo de glóbulo blanco). Fabricamos vitamina D como resultado de la exposición al sol, así que asegúrese de tomar un suplemento en invierno o si pasa la mayor parte del tiempo en interiores.
¿MEJORA LA FORMA FÍSICA EL SISTEMA INMUNITARIO?
El ejercicio y el sistema inmunitario es un tema interesante, sobre todo porque el estrés ejercido a través del ejercicio hace que varias partes del sistema inmunitario muestren cambios (3), y se ha supuesto una teoría de "ventana abierta", según la cual el estrés inducido por el ejercicio intenso debilita el sistema inmunitario durante un tiempo (entre 3 y 72 horas). Esto no debe interpretarse como "si hago ejercicio, corro riesgo durante los 3 días siguientes", ya que no se investigó el grado de inmunosupresión y la probabilidad de enfermar, y no es probable que la relación sea tan simple.
El ejercicio desencadena la liberación de citoquinas pro y antiinflamatorias (las señales que activan el sistema inmunitario) y aumenta la circulación de linfocitos (glóbulos blancos que producen anticuerpos y ayudan a controlar las respuestas inmunitarias). Una revisión de pruebas sobre el uso de la actividad física como herramienta para ayudar al sistema inmunitario contra Covid-19 sugirió que estos efectos resultantes del ejercicio ayudan a reducir los casos de infecciones víricas, la intensidad de los síntomas, así como la mortalidad.
Las infecciones del tracto respiratorio superior, como el resfriado común, tienen menos probabilidades de afianzarse en quienes hacen ejercicio con regularidad. Un estudio realizado en 115 mujeres posmenopáusicas con sobrepeso y obesas utilizó el ejercicio aeróbico frente a un grupo de control de estiramientos para observar el impacto del ejercicio en el riesgo de contraer un resfriado (4). El estudio no fue perfecto, ya que un mayor número del grupo de control estaba vacunado contra la gripe antes y durante el estudio, pero el riesgo de resfriado fue 3 veces mayor en el grupo de control durante los 3 últimos meses del estudio.
Me parece que, como en la mayoría de los aspectos del cuerpo humano, la exposición a un estrés manejable desencadena una respuesta que resulta en el fortalecimiento del sistema afectado. Esta es esencialmente la función de las vacunas, desencadenar la respuesta inmunitaria de una forma más controlada y menos estresante, para armar nuestras células de memoria con el "arma" adecuada, o anticuerpos, para cuando nuestro sistema inmunitario se enfrente a una versión no debilitada del patógeno.
¿HAY QUE DORMIR LO SUFICIENTE PARA REFORZAR LA INMUNIDAD?
No se puede subestimar el poder de una buena noche de sueño. Dormir lo suficiente es importante por muchas razones, y la definición de "lo suficiente" varía de una persona a otra. Como norma general, se recomienda un mínimo de 6 horas por noche; los jóvenes suelen dormir unas 9 horas, y la cantidad de tiempo que se necesita para dormir tiende a reducirse a medida que se envejece.
Nuestro ritmo circadiano -el ciclo de 24 horas que siguen la mayoría de los seres vivos debido a las fases luminosas de la noche y el día- desempeña un papel importante a la hora de conciliar el sueño que necesitamos. Nuestro sistema inmunitario se comporta de forma diferente por la noche: las células inmunitarias diferenciadas que trabajan con rapidez están más presentes durante el día, para combatir cualquier agente patógeno con el que entre en contacto mientras se desplaza.
Por la noche, las células menos diferenciadas -como las células T de memoria central y las células T nativas- alcanzan su máximo, porque forman parte de nuestra respuesta inmunitaria adaptativa, que evoluciona lentamente. En pocas palabras, la respuesta inmunitaria tiene que ser rápida cuando se está activo y se ralentiza cuando se duerme para "reflexionar" y almacenar "recuerdos" de los patógenos a los que nos hemos enfrentado durante el día.
La privación crónica de sueño causa estrés (5) que provoca la producción de citoquinas que causan inflamación y deterioran el sistema inmunitario. Por lo tanto, es necesario dormir bien para que el sistema inmunológico funcione correctamente, y es probable que trasnochar constantemente provoque una inflamación crónica a largo plazo.
Si te cuesta dormir bien o sufres de insomnio, cada vez se investiga más y se obtienen mejores resultados con el uso de Aceites de CBD. Las gotas orales de CBD o las gominolas de CBD son una forma cómoda de añadir CBD, que puede ayudar a prevenir el insomnio.
¿LAVARSE LAS MANOS Y DESINFECTARSE PREVIENE EL COVID-19?
La higiene siempre va a ser importante a la hora de enfrentarse a una enfermedad: lavarse las manos con regularidad es imprescindible para evitar la posible transferencia de bacterias y virus desagradables a las superficies que están en contacto constante con diferentes personas. Hay que tener en cuenta que lavarse las manos en exceso priva a la piel de los aceites naturales que proporcionan cierta protección, y puede provocar grietas en la piel, que luego sirven de punto de entrada directo para los patógenos.
Se pueden adoptar otros métodos para reducir la propagación de la enfermedad, como el distanciamiento social, las mascarillas y ser sensato cuando uno se siente indispuesto: ¡quédese en casa!
¿QUÉ MALOS HÁBITOS AFECTAN A TU SISTEMA INMUNITARIO?
El último aspecto de tu vida que podrías mejorar para protegerte contra el covid-19 será abandonar cualquier mal hábito poco saludable. Ya hemos hablado de la falta de sueño y sus efectos sobre el sistema inmunitario, así que ¡basta de trasnochar! Sin embargo, hay muchos otros hábitos a los que prestar atención, y la mayoría de nosotros podría eliminar al menos uno.
El consumo excesivo de alcohol se ha relacionado con muchos problemas de salud, incluida la propensión a afecciones respiratorias como la neumonía y otros síndromes de estrés respiratorio agudo. El alcohol también repercute negativamente en el sistema inmunitario (6); como altera las vías inmunitarias, merma la capacidad del sistema inmunitario para combatir las infecciones, provoca daños en los órganos e impide la reparación de los tejidos.
El alcohol tampoco favorece la salud intestinal. No sólo afecta a la integridad del tracto gastrointestinal, sino que el alcohol interrumpe la comunicación de los microorganismos (que contribuyen al desarrollo y funcionamiento del sistema inmunitario) con el propio sistema inmunitario.
Comer en exceso puede provocar un aumento de peso y un sobrepeso constante es muy estresante para los sistemas del organismo. Adoptar medidas para seguir una dieta sana y hacer ejercicio con regularidad puede ayudar a hacer frente a este aumento de peso, además de aportar los demás beneficios que induce el ejercicio regular.
Fumar es otro mal hábito que no está de más abandonar. Fumar tiene un impacto negativo directo en el sistema respiratorio: recubre los pulmones de alquitrán, provoca un exceso de mucosidad, irrita la tráquea y obstruye los glóbulos rojos con monóxido de carbono, lo que les impide transportar oxígeno. Es probable que todos estos factores empeoren los síntomas de infecciones respiratorias como el covid-19 y aumenten el tiempo de recuperación.
Sea cual sea el mal hábito, lo primero que hay que hacer es establecer por qué se quiere dejar y mantener las razones al frente de la mente. A continuación, pensar en formas de atajar ese mal hábito debería permitirte elaborar un plan de acción, que puede consistir en cambiar los tentempiés azucarados por alternativas más sanas, cambiar media hora de ver la tele por un paseo a paso ligero o pasar de fumar cigarrillos a utilizar un cigarrillo electrónico. Una vez elaborado el plan, es hora de ponerlo en práctica y mantener la constancia lo mejor posible. Sea paciente consigo mismo, espere caer del vagón algunas veces, pero permítase hacerlo con la determinación de volver a su plan al día siguiente.
FORTALEZCA SU SISTEMA INMUNITARIO PARA PREVENIR LA COVID-19 - CONCLUSIÓN
La pandemia de coronavirus ha puesto en primer plano varios problemas a los que nos enfrentamos como sociedad, y uno de ellos es la responsabilidad de la salud personal. Es una triste realidad que se corre más riesgo de contraer cualquier infección respiratoria cuando se es clínicamente obeso, lo que se define como tener un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a veinticinco.
Comer sano, hacer ejercicio regularmente, añadir suplementos saludables como el CBD y vitaminas a tu dieta y estar decidido a superarte a ti mismo son los componentes necesarios para mejorar tu salud, y poner tu sistema inmunológico en el mejor estado para enfrentarse a los retos que la vida le depare.
*Actualización 2024 - ¡No te pierdas nuestra oferta por tiempo limitado de unpaquete * GRATIS de gominolas de CBD al comprar cualquiera de nuestros increíbles productos de CBD!
REFERENCIAS
(1) Zinc y función inmunitaria: la base biológica de la alteración de la resistencia a las infecciones
(2) 15 alimentos que refuerzan el sistema inmunológico
(3) El ejercicio físico como herramienta para ayudar al sistema inmunitario contra el COVID-19
(4) ¿Puede el ejercicio prevenir el resfriado común?
(5) El sueño y la función inmunitaria
(6) El alcohol y el sistema inmunitario
SOBRE EL AUTOR
Escrito por Dan Overgage
Dan Overgage - es un ex fumador de 10 años hasta que se convirtió en cliente de SMOKO E-Cigarettes. Dan empezó a trabajar con SMOKO hace 5 años después de dejar de fumar con éxito usando nuestros cigarrillos electrónicos y trabaja en nuestro Servicio de Atención al Cliente y dirige nuestra creación de contenidos e investigación con un fuerte enfoque en todo lo relacionado con dejar de fumar. Durante su permanencia en SMOKO, Dan ha escrito innumerables blogs y consulta con innumerables clientes cada día para ayudarles a mantenerse sin fumar.